EN EL VUELO DE LA MEMORIA. ANTOLOGÍA PARA ÁNGEL CAMPOS PÁMPANO.

A Ángel Campos Pámpano

Mientras pueda pensarte
no habrá olvido
todavía si llamas
acudo a ti
para buscar as cousas

que xa ningún tememos que se perdan,

pois quizabes non son.

 

Se te penso inda logro

arrecadar as labras que hai na sombra,

recompoñer os bordos dos meus ecos

cosidos ao repouso da roseira,

retorcer os silencios como o cabo

que lle urxe a barca ao ouro do solpor.

 

Mentres poida pensarte,

que lenta destrución,

que tráxico dominio do recordo

nunca rozado pola voz do aire!

 

Mentres poida pensarte,

canto de amor confunde

o enlouquecido río desta boca,

colocando caretas entre a brétema

e auga recén soñada no deserto!

 

Mentras poida pensarte

farei preguntas sen buscar resposta

farois que se acenden e se apagan

para vestiren as luces e as sombras.

Fuches ti quen levou a tarde, o abrente,

a teima caligráfica coa que voan as aves

o músculo do sol que corta con diamantes

as rexas dimensións que trae a noite?

Acaso a túa ausencia é quen envía

o ventre da gran chuvia que rebenta

vertendo o ceo riba do rescaldo

de calquera alegría?

 

Mentres poida pensarte

a arteria que circula polo sur da memoria

pode ser o regreso.

 

EDITORIA REGIONAL DE EXTREMADURA, 2018

Idea e edición de Suso Díaz.

***

Mientras pueda pensarte
no habrá olvido
todavía si llamas
acudo a ti
para buscar aquello

que ninguno tememos que se pierda

porque quizás no sea.

 

Si te pienso aún consigo

recoger las virutas de la sombra,

recomponer los bordes de mis ecos

cosidos al descanso del rosal,

retorcer los silencios como el cabo

que urge la lancha al oro del ocaso.

 

Mientras pueda pensarte,

¡qué lenta destrucción,

qué trágico dominio del recuerdo

jamás rozado por la voz del aire!

 

Mientras pueda pensarte,

¡cuánto de amor confunde

este río alocado de la boca,

colocando caretas en la bruma

y agua recién soñada en el desierto!

 

Mientras pueda pensarte

haré preguntas sin buscar respuesta

farolas que se encienden y se apagan

para vestir las luces y las sombras.

Fuiste tú quien se llevó la tarde, el alba,

la obsesión caligráfica del vuelo de las aves

el músculo del sol que corta con diamantes

las recias dimensiones de la noche?

Es acaso tu ausencia quien envía

el vientre de la lluvia que se rompe

vertiendo el cielo sobre los rescoldos

de  cualquier alegría?

 

Mientras pueda pensarte

la arteria que circula as sur de la memoria

puede ser el regreso.

 

(Versión castelá que non figura no libro)